Cirrosis
hepática:
La cirrosis es una afección en la que el
hígado se deteriora lentamente y funciona mal debido a una lesión crónica. El
tejido sano del hígado se sustituye por tejido cicatricial, que bloquea
parcialmente la circulación de la sangre a través del hígado.
La cicatrización
también deteriora la capacidad del hígado para otras funciones. Entre ellas: controlar las
infecciones, eliminar las bacterias y las toxinas de la sangre procesar los nutrientes, hormonas y
medicamentos, fabricar las proteínas que regulan la coagulación sanguínea, producir
bilis para ayudar a absorber grasas, incluido el colesterol
y vitaminas solubles en grasas.
Un hígado sano es capaz de regenerar la mayoría de sus propias células cuando se dañan. En la cirrosis en etapa terminal, el hígado no puede sustituir eficazmente las células dañadas. Se necesita un hígado sano para la supervivencia.
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